Los Siete Principales Acercamientos A La Profecía Bíblica

El proceso de desintegración

 

De acuerdo a la segunda ley de la termodinámica, en cualquier sistema aislado, el grado de desorden tiende a incrementarse con el pasar del tiempo. En nuestro mundo, todas las cosas tienen la tendencia natural de moverse de un estado superior de orden a un estado inferior de orden. La energía -en la forma de algún esfuerzo o acción- es requerida para poder prevenir que tome lugar este proceso.

 

La Entropía se usa para medir el grado de desorden en un sistema. Causa que nuestros vehículos se descompongan y erosiona los soportes de nuestros puentes, conduciendo a su colapso final. La Entropía es la razón por la cual la mayoría de nuestros aparatos eléctricos sólo duran unos pocos años. La mortalidad humana está relacionada con la cantidad de entropía en nuestros cuerpos.

 

Los Cristianos citan la segunda ley de la termodinámica como una manifestación de la naturaleza del pecado. Dios en el principio creó todo en un estado perfecto; cuando Adán y Eva desobedecieron y cayeron de la gracia, la estructura de todas las cosas fue transformada en un estado estropeado.

 

Nosotros nacemos cautivos de un proceso de desintegración. Desde la caída, todo ha sido adjuntado con una fecha de expiración. Algunos materiales pueden tener un tiempo de durabilidad mayor a otros, pero a la final todos estos caen víctimas del decaimiento. La próxima vez que se malgaste tu calentador de agua, puedes culpar a Adán por tu irritación.

 

“Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron” (Romanos 5:12 LBLA)

 

Ayuda, Me Estoy Deshaciendo

En mis primeros días de juventud, yo veía el “envejecimiento” como algo en que pensar con mucha ilusión. A medida que envejecía, podía llevar a cabo hazañas emocionantes. El envejecimiento me permitió graduarme del colegio, obtener un trabajo, conducir un vehículo, y tener mi propio espacio para vivir. Cuando cumplí los 20, los beneficios del envejecimiento se disiparon rápidamente.

 

Ahora que estoy en los finales de los 30, he notado que la edad ha comenzado gradualmente a tener una connotación negativa. El cambio más notable ha sido en el área de mi salud. Durante un período de 12 meses, he observado varias señales suaves que la entropía está obrando en mi cuerpo físico. Aquí está una lista de estos problemas menores:

 

Mis ojos han desarrollado una leve condición de miopía.

Tengo unas pocas lineas adicionales en mi cara.

Mi peso se ha incrementado.

El cabello en mi cabeza se está aclarando un poco.

En ciertas ocasiones, tengo problemas tragando la comida.

Mis pies se hinchan con mayor facilidad.

Me dan estirones en mi pierna derecha.

Parece que me toma un poco más de tiempo en recordar hechos y cifras.

Comer comida feculenta ocasionalmente me deja con un malestar de estómago.

 

No me he convertido en hipocondríaco, ni estoy sufriendo de algún tipo de enfermedad grave. Todas estas dolencias son parte del resultado natural del proceso de desintegración. Podría hacer más ejercicio, abastecerme de remedios para la salud, o intentar cirugía plástica, pero los efectos negativos del envejecimiento eventualmente me alcanzarán. Soy como la flor que crece, florece, y luego se marchita.

 

Me considero estar en buenas condiciones para mi edad. Estoy seguro que algunos de ustedes podría pensar en una lista más extensa de las condiciones que esta sufriendo. Muchos de mis amigos han desarrollado problemas de salud que tiene un mayor impacto profundo en la calidad de su vida. Porque hay muy poco que podemos hacer acerca del proceso de envejecimiento, generalmente nos resignamos a aceptar estos dolores y malestares como una acontecimiento natural.

 

Tenemos la tendencia a confiar en la experiencia de otros como nuestra guia, y muchas personas están satisfechas con su estado general de salud. Aún hasta el mismo final, tiende a reinar una actitud positiva.

 

“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27 LBLA)

 

“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1:2-3 LBLA)

 

“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.” (Romanos 8:28 LBLA)

 

Mintiéndonos A Nosotros Mismos

Es un asombro por qué la persona promedio no está más consciente de la naturaleza temporal de la vida. El deterioro de nuestra condición física es un proceso lento, pero uno pensaría que eventualmente causaría a las personas reflexionar sobre el significado de la existencia.

 

Es una bendición que Dios ha inculcado en nosotros el don del optimismo. Sin este probablemente alcanzaríamos un punto en el cual decidiría ponerse una pistola en la cabeza cuando nuestra salud disminuya a cierto nivel. El inconveniente que tengamos una perspectiva prometedora, sin embargo, es usándola como un escudo para escondernos de la realidad de nuestra mortalidad.

 

El fracaso en indicar los factores de probabilidad de nuestro fallecimiento es la razón algunas personas toman decisiones que tienen resultados fatales. Leí un reporte acerca de una esquiador que subió a una montaña que estaba marcada redundantemente como una zona peligrosa por las avalanchas. Caminó a través de cuatro señales de advertencia, una de las cuales mostraba una calavera y tibias cruzadas al lado de un mensaje que decía, “Puedes morir si vas mas allá de este punto.”

 

¿Continuó el esquiador para tener un gran tiempo en una nieve virgen y fresca? No, obviamente escogí esta historia para dar a entender un punto. No debería ser de gran sorpresa que el hombre haya sido arrastrado por el mismo desastre que claramente se le había advertido le podría suceder. El hombre murió porque se mintió a si mismo acerca de la severidad del peligro de la nieve.

 

No necesitamos ponernos a nosotros mismo en una zona de peligro de avalanchas para estar en riesgo. El proceso de desintegración nos pone en constante peligro. Podemos abordar un avión con problemas en el motor o conducir una carro al cual repentinamente le explota una llanta. Nuestros cuerpos pueden sufrir tipos de fallas similares. El corazón puede en cualquier momento desarrollar complicaciones que lleven a un paro cardíaco.

 

Cuando tiene que ver con tratar el tema de la muerte, las personas que todavía están en el primordial de su vida son los que normalmente tiene que confrontar con la cuestión. La persona actualmente atravesando el proceso es frecuentemente la persona menos concerniente acerca de ello. La carencia de enfoque es mayormente el resultado de cuatro factores:

 

Evitación/negación – Muchas personas evitan tratar con lo que aparentemente será su destino. Ellos hablan acerca de todas las cosas menos el tema de la muerte. Aún rehusarían creer que están enfermos y negar cualquier indicación de otro modo.

 

Enfoque en la recuperación – Algunas personas invierten muchos de sus últimos días enfocados en la esperanza de su eventual recuperación. Probablemente hablarán acerca de lo que planean hacer cuando salgan del hospital. Esperanza de recuperación puede ser encontrada en las más tristes de las situaciones. Alguien quien probablemente tenga cáncer considerado 100% mortal todavía colocará una tremenda cantidad de esperanza en alguna nueva medicina maravillosa.

 

Rememoración – Personas quienes están en las horas del crepúsculo de sus vidas invierten su tiempo remanente compartiendo pensamientos felices y reflexionando en lo que han logrado en su vida. Ellos usan el tiempo que invierten en rememorar acerca del pasado para contra balancear sus experiencias negativas del presente.

 

Estando distraído – Algunas personas se vuelven tan ocupadas haciendo planes menores que fracasan en ver el panorama grande. Ellos podrían estar activamente involucrados en hacer arreglos para su propio funeral y no considerar que ellos son los que van a estar en el ataúd. Los que están distrayendo frecuentemente son amigos y familiares. Debido al carácter desagradable de tratar con la mortalidad, ellos tienden a desviar la atención de sus amados en cuestiones secundarias.

 

El Tiempo Se Está Agotando

Debido a que muchas tareas de la vida toman largos períodos de tiempo para llevarse a cabo, remisión del tiempo es una consideración importante. Puede tomarle a alguien hasta una década para convertirse en un doctor con todas las licencias. Algunas personas se toman toda la vida tratando de lograr una meta. Rapture Ready podría ser tal proyecto. Para mi ha sido un trabajo en progreso ya por 17 años.

 

Muchas personas no se dan cuenta que el tiempo se está agotando hasta que se haya ido por completo. En 1983, mi padre descubrió esta verdad justo antes que muriera de enfisema. Dejó los cigarrillos inmediatamente después de haber aprendido que tenía la enfermedad, pero era demasiado tarde.

 

Un día mientras estaba en el centro de la ciudad en un negocio encontré a un hombre en un aparato para caminar que estaba cruzando la calle muy despacio, estaba golpeado cómo el pasar del tiempo lo había reducido a caminar al paso de un caracol. Reflexioné acerca de cuan irónico era que, en un punto cuando el tiempo era lo más precioso, el caballero había sido restringido a moverse en la vida a una velocidad reducida.

 

Debido que el proceso de desintegración erosiona nuestra habilidad de actuar y pensar, necesitamos tomar decisiones importantes mientras tengamos la oportunidad de tomarlas. Las personas que están activas en la iglesia tendrán que eventualmente dejar sus responsabilidades por la edad. La persona que piensa que puede servir al Señor en sus años de jubilación no entienden como funciona el proceso de envejecimiento.

 

La Biblia está llena de ejemplos de personas que fracasaron en hacer uso sabio de su tiempo. El peor despilfarro de tiempo lo hacen las personas que aplazan en confiar a Cristo como su Salvador.

 

“Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.” (Juan 9:4 LBLA)

 

Los Cristianos No Tienen Excusa

Cuando me alisté en el ejército en 1987, compré un Pontiac Sunbird de un 1 año, y lo conduje durante 14 años. Lo habría conducido felizmente por siempre, pero desafortunadamente, el viejo sedan finalmente se volvió poco fiable. Porque necesitaba reparaciones que me costarían más que un carro más nuevo. Tuve que enviar el Sunbird a la chatarra.

 

La Biblia nos dice que este mundo algún día será enviado el centro de reciclaje para su renovación.  Una vez que la tribulación y el milenio de 1000 años hayan transcurrido su curso, Dios incinerará todo rastro de civilización humana. Entonces El establecerá un nuevo, perfecto mundo libre de toda mancha del pecado.

 

El proceso de desintegración puede haber sido un juicio sobre la humanidad, pero pienso que Dios lo diseño para ser un recordatorio de la naturaleza corta de nuestra existencia terrenal. Con todas las cosas en este mundo condenadas a la destrucción, es muy intrépido de los Cristianos solamente enfocarse en nuestra existencia terrenal.

 

Somos nosotros los que deberíamos saber que este mundo es de importancia fugaz. Desafortunadamente, los creyentes no piensan en que sus vidas mortales tienen una importancia secundaria. En casi todas la facetas de la actividad humana, se le da prioridad a la esfera material sobre casi todas las materias espirituales. La Biblia aconseja fuertemente que nos mantengamos enfocados celestialmente, pero muchos de nosotros tenemos momentos duros para traducir esto en acción.

 

Las mejores decisiones son tomadas cuando consideramos las cosas que tiene valores durables. De todos los logros en la vida, las únicas obras que conciernen al Reino de Dios son las que pertenecen a evangelismo, vida santa y todas la obras que merecen recompensas eternas. Todas la otras búsquedas, son como lo dice la Biblia, “madera, heno y paja.”

 

“Porque he aquí, viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; y el día que va a venir les prenderá fuego--dice el SEÑOR de los ejércitos-- que no les dejará ni raíz ni rama.“ (Malaquías 4:1 LBLA).

 

“Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11 LBLA